julio 29, 2016

Escuelas con Bibliotecas en Cajabamba

Visitamos tres escuelas que cuentan con una biblioteca repleta de nuestros libros.
En la comunidad de Tangalbamba todos tienen acceso a la biblioteca. La profesora Carmen Malca Bocanegra fomenta el rescate con los estudiantes y sus familias, mientras que el profesor Crhistian Wilmer Sánchez facilita la lectura y registra el préstamo de libros.
En la comunidad de Pingo, el profesor Miguel Rodríguez Roncal es responsable de la biblioteca de la escuela y toma su papel como promotor de la lectura, animado y acompañado por todo el equipo docente de su institución educativa. Entre varias ideas innovadoras, Miguel nos cuenta de sus planes de realizar un festival de lectura para los padres.
En las alturas, cruzando el río Crisnejas, está la comunidad de Corralpampa, con su escuela dirigida por la entusiasta e inspirada presencia de la profesora Soledad Álvarez Plácido. Los niños en esta escuela han tomado el rescate a un nuevo nivel, ya que producen sus cuentos en papel reciclado hecho por ellos mismos.
Estuvimos encantados de ver nuestros libros expuestos en estantes que rodean el patio y los niños felices agrupándose para leer.
Pero en muchas partes vemos también la falta de voluntad, por parte del Estado, para mejorar la lectura. El mero hecho de estar obligado a hacer algo, roba la magia. Y encima, cuando el contenido está tan alejado de su realidad, es casi un acto de opresión el intentar promoverla. Los niños se vuelven más desconectados del aprendizaje, pierden su pasión y su deseo innato para leer.
Felizmente existe la voluntad y el ejemplo de estos extraordinarios docentes que inspiran a la lectura.
Los libros de Bibliotecas Rurales nos introducen a las sabidurías y maravillas que ha tomado generaciones para formar. Otra forma de inspirar a los niños a celebrar sus raíces es involucrarlos en el redescubrimiento y la preservación de su tradición ancestral, para darles la oportunidad de ser investigadores y autores.

1 comentario:

Kepa Osoro Iturbe dijo...

Gracias Soledad, Miguel, Carmen y Crhistian por la excepcional, humilde y poco valorada labor que hacéis de promoción de la lectura y la escritura en vuestras escuelas; la sonrisa luminosa de esas niñas y niños que asoman en el blog nos habla de pasión, de lectura compartida, de gozo por la palabra escrita y también por la palabra dada sin pedir nada a cambio.

Estoy convencido de que en el futuro, cuando ellas y ellos sean mayores y auténticos protagonistas de su vida, sabrán echar la mirada hacia atrás para revivir los felicísimos encuentros que tuvieron con los libros de la mano de sus maestros.